Ardillas inteligentes
Mateo 7:11
“Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
Las artillas a menudo parecen andar por allí sin ningún propósito. Sin embargo, un naturalista en el Estado de Maine recientemente descubrió que las actividades de las ardillas están bien planificadas y son eficientes.
Fue un día frío de enero cuando un naturalista estaba viendo una ardilla roja que parecía estar mordiscando un arce de azúcar. Luego la ardilla corría a un árbol donde algo de la savia se había filtrado y lo lamía con su lengua. El naturalista sabía que la sabiduría convencional decía que era demasiado temprano para sacar azúcar de los árboles. Él también sabía que la sabia de los árboles es 98 por ciento agua y no podía proveer suficiente energía para hacer que siga la ardilla en el frío invierno. Al ser más curioso, decidió estudiar la actividad de la ardilla en detalle.
Él descubrió que las ardillas rojas estaban sistemáticamente extrayendo azúcar de los arces con un mordisco peculiar en los árboles. Cada mordisco iba a través de la corteza interior y exterior hasta el xilema donde corre la savia. Las ardillas entonces estaban permitiendo que la sabia que fluye se seque hasta que el contenido de azúcar sea de más de 55 por ciento. Las ardillas no sólo estaban extrayendo de los arces sino que extraían cuando el clima era el correcto para que fluya la savia. ¡Aquel loco correteo de arriba para abajo del árbol en realidad seguía un horario diario cuidadoso de tres visitas que podían incluir más de 70 árboles!
¿Podría ser que los humanos aprendieron de las artillas a extraer el azúcar de los arces? Cualquiera que sea la respuesta a esa pregunta, sabemos que fue el Creador mismo que le enseñó a la ardilla el proceso y el uso de este festín dulce de invierno.
Oración: Amado Padre celestial, yo te agradezco que Tú no sólo nos das cosas para que nuestra vida sea más placentera, sino que eres igualmente generoso con todas Tus criaturas. Nunca dejes que yo te sea malagradecido. En nombre de Cristo Jesús. Amén.
REF: Heinrich, Brendt. 1991. Nutcracker sweets. Natural History, Feb. p. 4. Foto: Squirrel in snow, Envato.