AUTODEFENSA DE LAS PLANTAS

Job 38:4

“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? ¡Házmelo saber, si tienes inteligencia!”

Todos los días, alrededor del mundo, las plantas se involucran en una guerra química contra los insectos y animales que las puedan comer.  Cuando este drama es descrito por científicos evolucionistas, por lo general hablan de las plantas como si fuesen químicos hábiles quienes desarrollaron sus habilidades solas.

Por ejemplo, las hojas del roble contienen taninos.  Los taninos forman complejos junto con las proteínas para que cuando sean comidas tengan poco valor nutritivo.   Una descripción evolucionista de cómo este arreglo se dio describe cómo los árboles supuestamente  desarrollaron esta estrategia como autodefensa.  Historias como esta nos hace preguntar cómo los robles obtuvieron tanto conocimiento acerca de la digestión y química animal.  Algunas especies de cardo lechero y repollos producen poderosos relajantes musculares que pueden ser fatales para el hombre.

Uno podría imaginarse, en un pasado distante, cardos lecheros con mandiles blancos trabajando en un laboratorio químico.  Otros cardos lecheros “doctores” están alimentando varios brebajes a hombres que se encuentran en jaulas para probar sus reacciones.  Cuando uno intenta explicar esto sin un Creador, lo que nos imaginamos podría ser ridículo.

La Biblia nos provee una respuesta que en realidad tiene mucho más sentido.  En Job 38 y 39 el Señor – el Creador – pregunta a Job acerca de docenas de aspectos de la creación.  En Su cuestionario, Él pregunta a Job acerca de la fuente del conocimiento y de las habilidades encontradas en las cosas vivientes.  La respuesta, por supuesto, es que el Dios creador, y nadie más, diseñó, construyó y enseñó a la creación.  Otras respuestas simplemente no pueden satisfacer.

Oración: Padre, no permitas que yo olvide que Tú eres la fuente de todo conocimiento y sabiduría en el mundo, especialmente cuando estoy tentado a seguir la sabiduría humana. En nombre de Cristo Jesús. Amén.