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Génesis 3:4-5
“Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.”
La Palabra de Dios para Adán era que él tenía permiso de comer del fruto de cualquier árbol en el jardín del Edén, excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Dios le dijo a Adán que el día que lo haga, él “ciertamente moriría”. Pero, Satanás contradijo directamente a Dios cuando le dijo, “ciertamente no morirás.”
Esta contradicción directa de la Palabra de Dios no vino inmediatamente. Ya hemos mencionado que Satanás todavía emplea la misma estrategia que hizo en el Jardín y es esta: él toma su tiempo para “ablandar” a la víctima antes de contradecir directamente a Dios.
En las primeras etapas, él causa que Eva dude de lo que ella pensó que sabía, pero cuando llega a su contradicción, él invoca una falsa piedad.
“Sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.”
Por supuesto, en un nivel, es bueno querer ser como Dios. Queremos amar lo que Él ama y hacer lo que él quiere que nosotros hagamos. Pero, el Diablo sugiere que hay algo más – un profundo conocimiento del bien y del mal. Que involucra la experiencia del mal, porque Adán y Eva ya sabían sobre el bien y el mal – el bien era obedecer el mandamiento de Dios, y el mal era desobedecerlo. Parte de la mentira del Diablo es que no se puede conocer el bien sin experimentar el mal. Lo que todavía es parte de la misma mentira del Diablo hoy en día.
Oración: Por favor Señor, ayúdanos a estar alerta ante las artimañas del Diablo cuando intenta hacer que un curso de acción suene santo, cuando en realidad es contrario a Tu Palabra y voluntad. Que no caigamos en tentación, mas líbranos del mal. Amén.
Ref: Morris, H. (1976), El Registro del Génesis (Grand Rapids, MI: Baker), pp. 111-112. Imagen: Adobe Stock Imágenes, con licencia de autor.
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