Codificado para un estilo de vida venenoso
Job 28:24-25
“Porque él observa hasta los confines de la tierra y ve cuanto hay bajo los cielos. Al darle peso al viento y fijar la medida de las aguas”.
La bacteria Bacillus cereus le gusta vivir en la tierra lo que mataría a la mayoría de las otras bacterias. No se molesta ni por concentraciones letales de metal ni antibióticos naturales.
La bacteria se encuentra comúnmente en la tierra. Sin embargo, en la tierra que reviste depósitos de metal como el oro y el cobre, puede haber 100.000 veces más de cereus que lo normal. La tierra sobre tales depósitos recoge un contenido metálico de los minerales abajo. Si el contenido metálico es lo suficientemente alto, solo unas pocas plantas, hongos tolerantes al metal, y cereus pueden vivir en la tierra. Para empeorar las cosas, el hongo tolerante al metal hace la penicilina y otros antibióticos en concentraciones lo suficientemente altas para matar bacterias. Pero nada de esto afecta al cereus.
¿Cómo puede el cereus sobrevivir bajo condiciones que matarían a cualquier otra bacteria conocida? Los investigadores creen que el cereus realiza alguna química sofisticada que desintoxica el metal y hace que la penicilina sea inofensiva al mismo tiempo. Por ejemplo, en el caso del cobre, creen que el cereus remueve una molécula de agua de la molécula de penicilina. La apertura que queda en la molécula de penicilina atrapa moléculas metálicas en la tierra y las hace inofensivas. Ellos sospechan que el cereus puede utilizar diferentes estrategias sofisticadas para lidiar con diferentes metales. Como uno de nuestros científicos señaló, cada cereus parece ser genéticamente codificado para su única localización.
Cereus pueden ser solo bacteria, pero su química perspicaz y única individualidad dan testimonio tanto de la suprema inteligencia de nuestro Creador y Su cuidado por cada una de Sus criaturas.
Prayer:
Te agradezco, Señor, por las maravillas que Tú has hecho. También te agradezco que no solo hayas formado la tierra y luego simplemente la dejaste para que gire sin rumbo en el espacio a solas. Te agradezco porque te preocupas por todo lo que has hecho. Amén.
Notes:
Weisburd, Stefi. 1985. Cereus bacteria go for the gold. Science News, v. 127, Feb. 16. Photo: “B. cereus” colonies on a sheep-blood agar plate. (PD)