Proverbios 12:5
“Los pensamientos de los justos son rectitud; los consejos de los malvados, engaño”.

Una extraña y hermosa familia de criaturas conocidas como ammonoids ilustra bien lo ilógico y falta de razonamiento científico utilizado por los defensores de la evolución.  Mientras que la concha del nautilus es la única especie de ammonoid que existe hoy, el registro fósil revela cientos de especies extinguidas.  Algunas como la concha de nautilus, tenían conchas relativamente simples, otros tenían conchas elaboradamente detalladas con paredes encrespadas y onduladas.

Históricamente, los evolucionistas siempre han explicado esta variación al decir que, como todas las otras cosas vivientes, los ammonoids evolucionaron desde simple a complejo. Recientemente un especialista en ammonoids desarrollo un sistema que matemáticamente evalúa la complejidad del caparazón, basado en factores como longitud y número de lazos y espirales en el caparazón.  Concluyó que aunque la relativamente simple concha de nautilus sobrevive, aquellos con formas más complejas tuvieron una ventaja de supervivencia en el pasado.  Él argumenta que los ammonoids evolucionaron desde complejos hasta simples, por lo tanto comprobando la evolución.

¿Simple a complejo? ¿Complejo a simple? Ninguno de estos argumentos puede ser utilizado en la ciencia para apoyar la evolución.  El hecho que los defensores de la evolución argumenten ilógicamente en ambas direcciones muestra que la evolución no es científica.  Es meramente una filosofía que busca explicar la creación sin la necesidad de un Creador.  Pero por último, la evolución no puede explicar la creación sin nuestro Creador.

Oración: Señor, líbranos de los engaños de los incrédulos.  Amén.

Árbitro: Toronto Star, 21/11/99, pág. F8, “Supervivencia de los más simples”. Foto: Nautilus por Lee R. Berger_CC BY SA 2..5

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