Dinosaurio cocido

Salmos 74:16
“Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú estableciste la luna y el sol”.

En los recientes años varios artículos noticieros han anunciado que nuestro sol se está encogiendo.  Los científicos han examinado los registros que se han mantenido desde 1750 en el Real Observatorio Británico.  Ellos han concluido que parece que el sol se está encogiendo a un ritmo de una-décima de uno por ciento por siglo.

Si el sol se está encogiendo a este ritmo, habría sido el doble de tamaño de lo que es ahora sólo en 100.000 años hacia atrás.  ¡Y 20 millones de años atrás la superficie del sol habría tocado la superficie de la tierra! Los dinosaurios, o más acertadamente sus descendientes, se habrían cocinado, por decir lo menos.  ¡Ninguna vida pudo haber sido posible en la tierra!  Esto obviamente posa un enorme problema para los evolucionistas.

Los evolucionistas quisieron escapar de las aguas calientes creadas por un sol demasiado grande.  Así que sugirieron que tal vez el sol alternadamente se encoje y se expande.  Hay evidencia de una muy pequeña pulsación, pero en conjunto el encogimiento es indiscutible, y en cualquier ritmo de encogimiento, esto pone la máxima edad de la tierra con una vida sustentable en sólo miles de años.  Algunos evolucionistas ahora han sugerido que los estudios más antiguos estaban equivocados y que el sol no se está encogiendo.  El asunto sigue bajo estudio.

Cualquiera que sean los resultados de este debate sobre el sol, debemos recordar que Dios, como Creador, está en control.  Así como el sol debe obedecer Sus deseos, así los miles de años de la historia del mundo que se iniciaron en el Génesis, pueden ser considerados como obra de Sus manos que le sirven fielmente también para nuestro bien.

Prayer:
Padre celestial, Te agradezco por el calor y la luz del sol. Sin embargo, cuando mis ojos se enfocan demasiado en esta vida, recuérdame de Tu Hijo para que mis ojos puedan tornarse hacia la eternidad contigo. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notes:
Ackerman, Paul D. 1986. It’s a Young World After All. Grand Rapids, MI: Baker Book House. p. 62.