1 Corintios 15:21-22
“Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.”              

Yo vi un video en el sitio Web de Biólogos titulado El Adán de Pablo.  Aún, el título causó preocupación.   El apóstol san Pablo alude el libro de Génesis en varios lugares de sus epístolas, y en dos lugares en particular, se refiere directamente a Adán. Estos son Romanos 5 y 1 Corintios 15. En ambos casos, Adán es comparado con Jesús.

Cuando miré el vídeo, escuché a destacados teólogos que decían que Pablo se equivocó. Estos teólogos supuestamente bíblico-creyentes explicaban que Adán nunca fue una persona real, y que no esperaban que el apóstol san Pablo lo supiera, así que, la lección extraída por Pablo sigue siendo cierta.

En resumen, la lección que Pablo pondera es esta: Adán fue nuestro representante en el Edén. Jesús fue nuestro representante en la cruz.  “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”  La analogía entre Adán y Jesús en ambos pasajes es tan estrecha que la lógica nos diría que la lección se vería socavada si Adán no existiera.

Parece que algunos auto-confesos teólogos conservadores están jugando con fuego en estos días. La idea de que “Esta bien, si Pablo estuvo equivocado” no es una respuesta aceptable. El enfoque más humilde sería reconocer que si Pablo, bajo la inspiración del Espíritu Santo, nos dijo que Adán era real, entonces ciertamente lo era.

Oración: Gracias Señor, porque Tu Palabra es verdad. Por eso te pido que, como tus             hijos, nos sometamos a la verdad de Tu Palabra. Amén.

Ref: El Adam de Pablo, < https://biologos.org/resources/audio-visual/pauls-adam >, accedido 7/1/2018. Imagen: Valentin de Boulogne, 1619, Dominio Público.

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