El ayudante gigante
2 Corintios 9:10-11
“Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia, 11 para que seáis ricos en todo para toda generosidad, la cual produce, por medio de nosotros, acción de gracias a Dios”.
Casi todo el mundo ha escuchado acerca del hongo gigante en Michigan, cerca del límite con Wisconsin. Este hongo de 38 acres pesa tanto como una ballena azul. Los científicos estiman que tiene alrededor de 1.500 años, basado en su actual ritmo de crecimiento.
Extrañas formas de vida como éste hongo saca la extravagancia en algunas personas. Una tienda de naturista en California sugirió que el comer de este hongo puede hacer que la gente viva más tiempo. Ya que nosotros en Momentos de la Creación no podemos resistir cosas vivas que son consideradas “extrañas”, el hongo es algo natural para nosotros. Sin embargo, pensamos que talvez le guste saber más acerca del hongo Armilaria y su vida exclusiva.
Como la mayoría de los hongos, la Armilaria está hecha de pequeños tallos que crecen casi invisiblemente bajo tierra. Estos hongos de color miel que brotan sobre la tierra son meramente los cuerpos fructíferos del organismo. Las Armilaria se encuentran por lo general en bosques de árboles frutales y forestales a lo largo de América del Norte. La especie es territorial, lo que significa que dos de estas especies jamás compartirán la misma área. El hongo sirve para un propósito crucial en la ecología forestal. Éste descompone la madera muerta para se utilizada por otras plantas. En el proceso, hace dióxido de carbono para que las plantas del bosque lo conviertan en oxígeno. Sin las Armilarias, el bosque podría eventualmente morir, sofocado por madera muerta. Dios ha diseñado la Armilaria para ser un reciclador primario del desperdicio de madera en el bosque.
Prayer:
Padre celestial, Tú conoces nuestras necesidades incluso antes que nosotros incurramos en ellas. Te agradezco que seas tan generoso con nosotros. Perdóname por quejarme y por tener un espíritu desagradecido. Cuando mi necesidad parezca como un gigante, ayúdame a recordar que Tú me amas y que ninguna necesidad es muy grande que Tú no puedas proveer más que lo suficiente para satisfacerla. En nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notes:
John Flesher. 1992. “Humungous Fungus Tickling Funny Bones.” Kalamazoo Gazette, April 3. P. A5.