I Reyes 4:29
“Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia[l] muy grandes, y tan dilatado corazón como la arena que está a la orilla del mar”.

Uno de los órganos más estudiados pero menos entendidos del cuerpo humano es el cerebro.  El cerebro humano es el arreglo de materia más complejo en el universo.  Hay muchas teorías acerca de cómo funciona el cerebro, pero un hecho reconocido universalmente es que el cerebro es más sensible al daño que cualquier otro órgano.

El cerebro se repara a sí mismoLos científicos que estudian el cerebro han aprendido que cuando se lesiona el cerebro, provoca la liberación de algunos químicos muy especiales llamados factores neuronotróficos.  Aunque los investigadores en realidad no están seguros de cómo funcionan estos químicos, los  estudios muestran que los químicos parecen ayudar al cerebro a repararse de cualquier daño. Creen que cada uno de los distintos químicos funciona para reparar una estructura específica del cerebro.

Las investigaciones médicas  continúan sus estudios de estos factores con la esperanza de utilizar versiones artificialmente creadas para ayudar a aquellos que sufren de daño cerebral debido a un ataque al corazón o un trauma.  Esperan aprender del cuerpo como ayudar al cuerpo hacer lo que ahora intenta hacer por sí mismo.

Seguramente el necesario conocimiento avanzado de bioquímica para crear una forma en la que el cerebro pueda repararse a sí mismo no viene de la materia en sí.  Sólo un poderoso y sabio Creador – el Creador descrito en la Biblia – pudo haber hecho este sistema.  Pero aquí hablamos  más que de Su sabiduría.  Ya que el regalo de la habilidad del cerebro de reparar un daño por sí mismo también muestra que también nos mira con amor.  Sin embargo, la más alta expresión de Su amor por nosotros se encuentra en Cristo Jesús.

Prayer:
Amado Padre, cuando tengo la tentación de escapar de tu enojo por el pecado, recuérdame que Tu deseo más profundo es que yo me aferre a lo que Tú Hijo, mi Señor y Salvador Cristo Jesús, ha hecho por mi perdón. Amén.

Notes:
Sobel, David. 1983. “Brain self repair.” Omni, v. 5 5, February. p. 39.

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