Salmos 8:3
“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste….”

Estudios muestran que toma alrededor de un segundo decidir si una persona hará A o B.  Eso es demasiado lento para un mecanógrafo o pianista exitoso.  Buenos mecanógrafos ejecutan un golpe de tecla cada 60 milésimas de segundo.  Un pianista solo puede tocar 30 notas con cada mano cada 40 milésimas de segundo.  ¿Cómo lo hacen?

Luego está la precisión de los micro cirujanos que reparan estructuras en el cuerpo tan pequeñas que debe verlas a través de un microscopio.  Parte del secreto de este diseño es la estructura muscular de cada dedo en la mano.  El diseño básico del dedo empieza con siete músculos.  Su pulgar tiene cinco músculos adicionales.  Y, aunque no lo crea, su humilde meñique tiene tres músculos más que el diseño básico.  Los músculos no trabajan solos.  Los tendones de la mano y los dedos añaden fuerza elástica a la operación de la mano.  La cuestión fundamental para que estos elementos funcionen en conjunto con precisión es su sentido del tacto.  Sus huellas dactilares añaden la habilidad de sentir la textura y fuerzas con más precisión.  Todos estos elementos se combinan con el cerebro que automáticamente piensa varios golpes de tecla antes del mecanógrafo o el pianista, resultando en las habilidades aparentemente imposibles de la mano.

La mano humana es un diseño de precisión único que sólo puedo haber venido de la mano de Dios.

Prayer:
Yo me regocijo, Padre, en todo lo que Tus manos han hecho, incluyendo mis manos, y por esas Manos que fueron perforadas por mi salvación. Amén.

Notes:
Acts & Facts, 10/09, pp. 10-11, Randy J. Guliuzza, “The Connecting Power of Hands.”

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