Mateo 2:11

“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.”

De niño, me dijeron que el incienso había sido traído a Europa por los Francos – antepasados de los franceses modernos. Esto no resultó ser el caso. En su lugar, el prefijo Franco hace referencia a este incienso especial de alta calidad o pureza.

El incienso es una resina producida por árboles del género boswellia.  Se hacen incisiones en la corteza, y aparece un líquido lechoso. Este líquido se endurece con la exposición al aire y se convierte en la aromática resina con el que estamos familiarizados.

El incienso se menciona con frecuencia en el Pentateuco como uno de los inciensos importantes utilizado en el tabernáculo, y más tarde en el culto del Templo.  En Éxodo 30:34, Dios le dio a Moisés una receta para el incienso que se quema sobre el altar de incienso.

Toma especias aromáticas, estacte y uña aromática y gálbano aromático e incienso puro;

de todo en igual peso…

El incienso se usaba frecuentemente junto con sacrificios. Por ejemplo, en Levítico 2, leemos:

y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová. (Levítico 2:2).

Parece que el incienso era un símbolo de las oraciones que subían al Señor.  Por lo tanto, nuestras oraciones son como un aroma agradable al Señor.  Esa es una razón por la cual el incienso fue un obsequio adecuado de parte de los Reyes Magos para el niño Jesús.

Que nuestras oraciones, Señor, sean como un aroma agradable para Ti. Amén.

Ref: Britannica , <Https://www.britannica.com/topic/frankincense>, acceder 7/28/2017. Imagen: licencia: Creative Commons Attribution-Share Alike 2.5 Generic.

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