El impacto de la evolución sobre la sociedad
Romanos 2:14-15
“De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Éstos muestran que llevan escrito en el corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos algunas veces los acusan y otras veces los excusan.”
Los sociólogos están pisando más osadamente sobre tierra que alguna vez fue el dominio sagrado del cristianismo. En los últimos años, los sociólogos han intentado explicar por qué ciertos universales existen entre los seres humanos. Se quedan perplejos, por ejemplo, por el hecho de que una sonrisa o una mirada de dolor se ven igual en todas las culturas del mundo.
Los sociólogos admiten que no pueden encontrar ninguna manera de explicar como la evolución pudo haber creado estos universales. Pero no están próximos a admitir que tal vez su problema es que la evolución es un mito.
A pesar de su inhabilidad de explicar estas características básicas sobre la gente, los sociólogos están hablando cada vez más seriamente acerca de una ingeniería social – cambiando la sociedad de acuerdo a lo que ellos sienten son principios apropiados para las criaturas evolucionadas. Edward Wilson de Harvard advierte que si la sociedad continúa viviendo por conciencia y lo que se considera la voluntad de Dios, hay pocas esperanzas de crear lo que él ve como un mundo benévolo. En otras palabras, la creencia en Dios y hacer su voluntad entre otros humanos es peligroso para una sociedad.
Esto nos muestra que lo que las personas creen acerca de donde vinieron no es una simple pregunta filosófica. La historia está llena de personas que utilizaron a la evolución para justificar sus intentos de deshacerse del orden natural de Dios entre los seres humanos. Y cada uno ha fracasado.
Prayer:
Amado Padre celestial, guárdanos de aquellos que se ponen sobre nosotros porque creen que pueden inventar un mejor orden entre los seres humanos de lo que Tú nos has dado. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notes:
Rensberger, Boyce. 1983. “On becoming human.” Science 83, April. p. 38.