Levítico 3:5.

“Y los hijos de Aarón harán arder esto en el altar, sobre el holocausto que estará sobre la leña que habrá encima del fuego; es ofrenda de olor grato para Jehová.”

¿Qué determina el tipo de olores que nos gusta y no nos gusta? ¿Es la naturaleza o la crianza? ¿Nos gustan los olores del ambiente en el que crecimos, o son nuestros gustos y aversiones heredados de generaciones anteriores?

Los científicos de la Universidad de Campiñas en Brasil han hecho un trabajo interesante sobre el tema. El sentido del olfato es el más complejo de nuestros sentidos. Nuestros ojos funcionan básicamente con tres tipos de sensores, dispuestos alrededor de los tres colores primarios. El gusto involucra 49 receptores diferentes, y se puede aproximar por cinco sabores primarios. Sin embargo, el número de sensores olfativos diferentes asciende a miles, con al menos diez aromas primarios – aunque podrían haber más de estos.

Los científicos brasileños mostraron, como se esperaba, que la construcción de los sensores olfativos en las narices de los ratones de laboratorio estaba determinada principalmente por la genética. Sin embargo, colocaron ratones genéticamente diferentes en ambientes olfatorios similares, y ratones genéticamente similares en ambientes de olor diferente, para ver si las características ambientales tenían alguna influencia sobre estos receptores.  Y, sí lo tuvieron. El factor genético fue el más importante, pero hubo una diferencia significativa entre los receptores en ratones genéticamente similares colocados en diferentes entornos.

Es interesante que en la Biblia, la oración sea equiparada con un aroma que asciende al Señor. Esta es la razón de gran parte del simbolismo de los sacrificios aromáticos, tanto del olor de la cocina, como del aroma producido por los perfumistas expertos. Dios desea un entorno de oración dulce para nosotros, y este es claramente el mejor ambiente para nosotros.

 Padre, que nuestra vida sea como un sacrificio vivo para Ti. Que nuestra oración sea de olor fragante a Ti, cuando alabamos tu Santo Nombre. Amén.

Ref: Wellcome Trust Sanger Institute. (2017, Abril 25). La genética, el medio ambiente se combinan para dar a todos un único sentido del olfato: ratones idénticos genéticamente desarrollan diferentes receptores de olor en respuesta a sus entornos.  ScienceDaily . Recuperado el 25 de abril de 2017 desde <Www.sciencedaily.com/releases/2017/04/170425092312.htm >. Imagen: Ratón de laboratorio, autor: Licencia Rama: Creative Commons Share-alike 2.0 Francés.

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