Job 5:8-9

“Ciertamente yo buscaría a Dios y le encomendaría mi causa.  Él hace cosas grandes e inescrutables, y maravillas sin número”. 

La más grande comunidad de mamíferos reunidos en un lugar pasa el verano en la Cueva Bracken, a las afueras de San Antonio, Texas.  ¡Aquí 20 millones de murciélagos mexicanos de cola libre hembras crían a sus veinte millones de críos, tragando 150 toneladas de insectos cada noche!

Estos murciélagos invernan en México y se aparean en la primavera.  Entonces por alguna razón desconocida a los científicos, las hembras se dirigen hacia Texas.  Mientras ellas hacen esta migración difícil, las hembras almacenan el espermatozoide masculino en animación suspendida.  Una vez que se establecen en la Cueva Bracken ellas se embarazan.  Cuatro meses después cada una tiene un solo crío.  ¡Aunque el salón de guardería de la cueva tiene 20 millones de críos bulliciosos, una madre murciélago puede encontrar a su propio crío en tan poco tiempo como 12 segundos!

Cada noche cada hembra deja la cueva y vuela hasta 96 kilómetros, consumiendo tanto como el peso de su propio cuerpo en insectos.  Después de casi cinco horas, ella regresa a la cueva para alimentar a su crío.  La dieta normal del murciélago no provee suficiente grasa para la leche sustanciosa del murciélago.  Aunque el periodo de lactancia también se da al mismo tiempo en que una hormiga, que es una fuente rica de grasa, le crecen alas.  ¡Estas hormigas voladoras están disponibles, en el espacio aéreo del murciélago, justo en el momento correcto!

Alguien ha comentado que a Dios le deben gustar mucho los murciélagos. Ya que Él ha hecho más especies de murciélagos que cualquier otro mamífero.  Y ha diseñado la naturaleza para que provea para todas las necesidades del murciélago.

Oración: Señor Dios, Padre celestial, me lleno de asombro cuando veo lo que has creado.  Te pido que Tu mano creadora sea más evidente a todos los que estudian la creación.  Ayúdanos a nosotros los cristianos a vivir mejor y dar testimonio del evangelio del perdón de pecados en Cristo Jesús, para que más científicos puedan llegar a conocerte. Amén.

REF.: Carol Ezzell. 1992. Cave Creatures. Science News, Vol. 141, Feb. 8. P. 88-90.

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