El verdadero pecado de la Torre de Babel

Génesis 11:6
“Y dijo Jehová: ‘El pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; han comenzado la obra y nada los hará desistir ahora de lo que han pensado hacer’”.

Un malentendido de parte de la historia registrada en Génesis ha llevado a algunas personas a concluir que estamos repitiendo los pecados cometidos en la Torre de Babel.  Después de todo, construimos grandes ciudades e increíblemente altos rascacielos.  El ingles es ahora virtualmente una lengua universal y el Internet ha llevado hacia la expansión internacional del conocimiento.

La verdad es que una lengua universal no fue la razón por la cual Dios confundió las lenguas en Babel, aunque contribuyó al problema.  Tampoco fue el problema construir una torre alta, aunque esto también fue un síntoma del orgullo de la gente.  El orgullo ciertamente fue el problema, el cual llevó hacia el pecado central cometido en Babel.  El pecado central que la gente cometió fue desafiar el mandato de Dios de sojuzgar y habitar la toda la Tierra.  Al no dispersarse alrededor de la Tierra, sólo estaban habitando una parte pequeña de ella.  El mandato de Dios de que se dispersen alrededor de la Tierra fue para nuestra protección.  Él sabía que si todos éramos un solo pueblo, un gobierno peligroso y dictatorial no podría ser frenado.  Dios también sabía que si una sola nación era infectada con filosofías falsas y peligrosas no habría otras personas que supieran la verdad.

Al confundir sus lenguas en la Torre de Bable, Dios nos protegió de todo esto.  Aunque no siempre podremos entender las razones para los mandatos de Dios, Él siempre tiene nuestro bienestar en mente.  Esto es debido a que Él es nuestro amoroso Creador.

Oración: Amado Padre, te doy gracias y te alabo porque Tú siempre tienes en mente mi bienestar. En nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notas: Grabado: “La confusión de lenguas” de Gustave Doré (1865).

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