El viejo MacDonald tiene un cascarón
Génesis 4:2b
“Fue Abel pastor de ovejas y Caín, labrador de la tierra.”
Hasta muy recientemente, se pensaba que excepto la humanidad, y sólo unos pocos insectos, escarabajos, hormigas y termitas, en realidad sembraban cultivos para su alimentación. Entonces se encontró un sorprendente caracol.
Este caracol vive en las plantas que crecen en las salinas de la costa oriental. Este sorprendente caracol hace cortes a lo largo de la hierba Spartina. No come la hierba. Más bien espera. Después de un poco de tiempo, un hongo empieza a crecer dentro del corte, ayudado por los excrementos del caracol. Además, sin el hongo los caracoles no prosperan, a penas ni crecen y casi la mitad de sus críos mueren. Sin embargo, cuando el hongo está disponible prosperan, crecen y casi no pierden a ninguno de sus críos.
La pregunta que se debe hacer hoy es: ¿Cómo pudo este arreglo evolucionar? ¿Cómo vivían estos caracoles antes de descubrir que necesitaban este hongo? ¿Cómo aprendieron a cultivar este hongo? ¿Si evolucionaron de los caracoles que no necesitaban hongos, cómo descubrieron que ellos de repente necesitaban hongos? La respuesta más directa es que el mismo Creador que nos enseñó a nosotros a cultivar, también les enseñó a estos caracoles a cultivar cuando los creó a ellos y al hongo que necesitan para sobrevivir. Él conoce todas nuestras necesidades antes que nosotros, y provee lo que necesitamos, incluyendo el perdón de los pecados, la vida eterna y la salvación a través de Su Hijo, Jesucristo.
Prayer:
Padre, gracias por la productividad de la tierra. Oro por que Tú continúes proveyendo para nuestras necesidades. Amén.
Notes:
Science News, 12/6: 2003, p. 358, S. Milius, “New Farmers.” Photo: Salt marsh in Connecticut, US. Courtesy of Alex756. (CC-BY-SA 3.0)