Salmos 147:2-3
“Jehová edifica a Jerusalén; a los desterrados de Israel recogerá. Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas”.

Los cazadores de fósiles de dinosaurio y paleontólogos por mucho tiempo han debatido si los dinosaurios eran de sangre caliente o sangre fría.  Con características de reptiles, se esperaba que los dinosaurios fueran de sangre fría.  Sin embargo, alguna evidencia indicaba que deben haber sido de sangre caliente.  El problema es que sus órganos suaves casi nunca se fosilizan.

Were dinosaurs warm-bloodedLas palabras “casi nunca” son importantes.  El hígado y el diafragma de un dinosaurio – las partes suaves – recientemente fueron encontradas fosilizadas.  La fosilización de órganos suaves es un testimonio de la rapidez con la que los dinosaurios fueron encajonados en el lodo que luego se endureció como piedra.  En la actualidad un corazón de dinosaurio fosilizado ha sido descubierto en Dakota del Sur dentro del pecho de un Thescelosaurus fosilizado.  Una vez que los investigadores reconocieron que la piedra dentro del pecho pudiera ser un corazón, le hicieron un rayos-x.  Los rayos-x revelaron un corazón de cuatro cámaras con una aorta.  Los reptiles tienen dos aortas.  En otras palabras, los Thescelosaurus tenían un corazón construido como los corazones de los animales de sangre caliente.  Este tipo de corazón es más eficiente en enviar oxígeno al cuerpo.  Esto a su vez apoya un estilo de vida más activo y ritmos metabólicos más altos.  Basado en la estructura del corazón del Thescelosaurus, muchos científicos han concluido que en realidad era de sangre caliente.

El mismo Creador que hizo el corazón del dinosaurio puede sanar nuestros corazones cuando están quebrantados por el dolor.  Es Él Quien sana nuestros corazones quebrantados a través del perdón de pecados que encontramos en Cristo Jesús.

Prayer:
Gracias, Amado Padre, por traer Tu poder a mi vida. Amén.

Notes:
Science News, 4/22/00, p. 260, “Telltale Dinosaurs Heart Hints at Warm Blood.” Photo: Thescelosaurus neglectus exhibited in Smithsonian National Museum of Natural History. Courtesy of Ryan Somma. Licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 2.0 Generic license.

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