Salmos 26:6-7
Lavaré en inocencia mis manos, y así, Jehová, andaré alrededor de tu altar,  para exclamar con voz de acción de gracias y para contar todas tus maravillas”.

Uno podría asumir que el simio sería el mejor comunicador animal. Pero las expectativas de los evolucionistas acerca del lenguaje y la conexión entre el hombre y el simio, comprueba estar equivocado.

La abeja tiene el lenguaje funcional más complejo y detallado entre los animales. Digamos que una abeja ha localizado una buena fuente de néctar en particular y regresa al panal para contarles a sus amigos donde está la fuente. Nuestra abeja baila una figura ocho, con el punto de cruce en el centro del ocho dando la dirección del néctar en relación con el sol. Mientras la abeja baila en la pared del panal, la posición del sol siempre está abajo. Si la abeja sube por la pared del panal a 17 grados hacia la izquierda del vertical, significa que la miel está a 17 grados hacia la izquierda del sol. Esta comunicación incluso funciona en días nublados, ya que las abejas pueden ver la luz ultravioleta que penetra por las nubes. La distancia se comunica por la velocidad del baile.

Ni el lenguaje del hombre, ni el lenguaje de la abeja ha evolucionado—fueron dados por Dios. ¿Por qué entonces la abeja indicaría la dirección relativa al sol de la misma forma que los humanos lo hacen? Es porque la abeja es el mejor comunicador en el mundo animal, y no los simios, esto ayuda a mostrar que el lenguaje no puede ser explicado por la evolución.

Oración: Amado Padre celestial, me lleno de asombro y me regocijo cuando escucho todo acerca de las cosas maravillosas que Tu has creado y como Tu has provisto para todas Tus criaturas. Pero nunca dejes que olvide regocijarme en Tu salvación. En nombre de Cristo Jesús. Amén.


Photo: Honeybee landing on milkthistle. Courtesy of Fir0002. Licensed under the GNU Free Documentation License, Version 1.2.

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