Salmos 34:8
“Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él!”

Las nuevas investigaciones muestran que podemos olvidar, casi todo lo que alguna vez aprendimos acerca de cómo saboreamos el alimento.  Para empezar, no saboreamos con nuestras lenguas, sino con nuestros cerebros.  ¿Recuerdan aquellos mapas de lengua que todos aprendimos en la escuela?  Estas muestran que saboreamos lo dulce con la punta de la lengua, la sal y el agrio en los lados, y lo amargo en la parte trasera de la lengua.  En verdad, las investigaciones muestran que saboreamos cada uno de estos sabores en toda Hechos de buen sabornuestra lengua.  Y, no, aquellas pequeñas protuberancias en nuestra lengua no son papilas gustativas.  Más bien cada una de esas protuberancias contiene muchas papilas gustativas.  Además, el lado derecho de su lengua no se comunica con el lado izquierdo de su lengua.  Cada mitad tiene su propio nervio que corre hacia el cerebro que interpreta señales desde la lengua como saborear.  Estos nervios pasan justo por debajo de su tímpano.  Esta es la razón por la cual cuando su oído se infecta con un virus puede causar que usted pierda alguna habilidad de saborear.  La novocaína dental a menudo es administrada muy cerca de estos nervios, razón por la cual algunas personas experimentan sabores fantasmas cuando el dentista les administra una inyección.

Lo más asombroso es la parte que tiene que ver el contacto con el gusto.  Si el lado derecho de su lengua está entumecido y usted lleva un sabor del lado derecho de su lengua al lado izquierdo, sólo el lado izquierdo lo saboreará.  Sin embargo, si usted lleva el sabor desde el lado izquierdo de su lengua al lado derecho, su cerebro concluye que el lado izquierdo de la lengua debe experimentar el sabor, y lo hace, a pesar de estar entumecida.

La habilidad de saborear sabores es una bendición de nuestro Creador.  Él incluso nos invita a ÉL mismo al apremiarnos a saborear y ver que Él es bueno.

Prayer:
Gracias, Señor, por el regalo del gusto, ya que Tu eres bueno. Amén.

Notes:
Discover, 7/00, pp. 70-75, “Tourist is a taste lab.”

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