Homo erectus

Génesis 1:26
“Entonces dijo Dios: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y tenga potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y las bestias, sobre toda la tierra y sobre todo animal que se arrastra sobre la tierra'”

Un debate acerca de la definición de “especies” podría remover al Homo erectus del árbol evolucionista humano.

Los evolucionistas tradicionales teorizan que el Homo habilis evolucionó en un Homo erectus, quien evolucionó en un Homo sapiens.  Ahora, algunos evolucionistas quieren reclasificar al Homo erectus como una forma primitiva de Homo sapiens.  Aquellos que desean abolir la clasificación Homo erectus han estado apoyando su posición al enfatizar las diferencias entre Homo erectus y Homo sapiens.  El Homo erectus tiene un cerebro considerablemente más pequeño que el Homo sapiens.  Estas criaturas también tuvieron dientes más grandes y huesos de las extremidades más pesados.  Los científicos que desean mantener la clasificación concluyen que las características del  Homus erectus son muy distintas al las del Homo sapiens.  Aquellos que desean reclasificar al Homo erectus como Homo sapiens quieren nublar las diferencias que generalmente utilizamos para discernir entre humanos y monos.  Necesitamos preguntar ¿si los evolucionistas no pueden definir a una especie, como saben entonces cuando una nueva especie  evoluciona?

¿Cuán diferente es el Homo erectus? Dubois, quien descubrió los primeros fósiles que hoy en día son reconocidos como Homo erectus, finalmente concluyó que los fósiles solo eran restos de un gibón grande.  Dubois antes de revertir su posición había promocionado por décadas los fósiles como que si fuesen de un “hombre mono”.

La Biblia no da lugar para los llamados hombres monos.  Los humanos de hoy no son hombres monos mejorados, ni lo fue Jesucristo, Quien se convirtió en hombre para llevar nuestros pecados y para que podamos ser perdonados y restaurados para Dios.

Prayer:
Te agradezco, amado Señor, que te hiciste humano para llevar mí pecado en la cruz. Te agradezco que la evolución no sea cierta y que Tú originalmente nos hicieras distintos de los animales para que podamos tener una relación contigo. Amén.

Notes:
Bower, Bruce. 1992. “Erectus unhinged.” Science News, v. 141, June 20. p. 408.    Photo: Evolution of man graphic. Pixabay (PD)