Imanes humanos

Romanos 7:6
“Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber muerto para aquella a la que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra”.

¿Sabía usted que tiene algo más que hueso, tejido suave y sangre en su cabeza? ¡Usted tiene piedras en su cabeza!  Bueno, o algo así, en todo caso.

Los científicos recientemente anunciaron que han descubierto que el cerebro humano está enlazado con pequeñas partículas magnéticas de Magnetito.  El Magnetito es el mismo mineral que aparece naturalmente en la piedra imán.  Mientras que las partículas están distribuidas a través del cerebro, parecen estar más concentradas en la membrana que encierra el cerebro.  Los científicos dijeron que no habían visto estas partículas antes porque son muy pequeñas.  Las más pequeñas son alrededor de una millonésima de dos centímetros de diámetro mientras que las más grandes son un ciento de milésima de dos centímetros de diámetro.  Todo junto, todas las partículas en el cerebro promedio equivalen a solo una millonésima de una onza.

Las partículas son idénticas a aquellas encontradas en muchas bacterias, palomas, salmones y ballenas.  Las partículas ayudan a aquellas criaturas a navegar utilizando el campo magnético de la tierra.  Los científicos no están preparados para decir que tienen este mismo propósito en los humanos.  Más bien, continúan estudiando las partículas para aprender a qué propósito sirven.

Al momento de la creación, el campo magnético de la Tierra era mucho más fuerte que hoy.  Cuando Cristo caminó por esta tierra el campo magnético era el doble de lo que es hoy.  Tal vez en ese campo magnético más fuerte, los seres humanos fácilmente podían mantener su sentido de dirección, algo que pocas personas pueden hacer hoy.

Prayer:
Te agradezco, Señor por todos los talentos y habilidades que Tú me has dado. Perdóname por aquellos momentos que pensé que tenía pocos talentos o habilidades para servirte. Ayúdame a dar mejor uso de Tus dones en Tu servicio. Amén.

Notes:
Thomas H. Maugn II. 1992. “Homing Device found in Human Brains.” The Beacon Journal, May 12. P. A5.