Imitación de Muérdago
I Pedro 5:6-7
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo. Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”.
Por lo general identificamos a las plantas por su apariencia. Las palmeras por ejemplo pueden ser identificadas porque los diferentes tipos de palmeras tienen alguna característica común que las identifica. Los pinos, así mismo, tienen rasgos comunes que nos ayudan a identificarlos. Sin embargo, una planta se ha hecho experta en parecerse a muchas otras plantas. Y tiene una buena razón para hacer esto.
El muérdago es un parásito que se encuentra comúnmente en Europa, Norte América y Australia. Mientras utiliza sus hojas verdes para hacer su propia comida, ésta toma su agua y minerales de las raíces que se encuentran adjuntas a un anfitrión. Es relativamente fácil ver la diferencia entre un muérdago americano o europeo y su anfitrión. Sin embargo, muchas especies de muérdago australiano imitan al anfitrión sobre el cual crecen.
El muérdago encorvado lleva ese nombre porque sus hojas se parecen a aquellas de su anfitrión, el eucalipto. El muérdago cajón y el muérdago colgante ambos tienen hojas duras en forma de hoz que las hace parecerse mucho como otros árboles de eucalipto sobre los cuales crecen. Los botánicos que creen en la evolución están divididos sobre cómo explicar esta imitación. El muérdago no puede ver a su anfitrión, ni cambiar de forma como una ameba.
No hay ningún problema, sin embargo, si entendemos que nuestro Creador ilimitado también se preocupa por los seres vivientes que El hizo. El muérdago que se ve casi idéntico a su anfitrión puede vivir sin atraer atención a sí mismo.
Prayer:
Padre, me lleno de asombro y te agradezco porque Tu creatividad y amor son tan evidentes en la creación. Generosamente provees para todas Tus criaturas. Y especialmente te agradezco que hayas provisto para mi más grande necesidad, el perdón de pecados, en la vida y muerte de Tu Hijo, Jesucristo. Amén.
Notes:
Peter Bernhardt. 1989. Wily violets and underground orchids: revelations of a botanist. William Marrow and Company, Inc., p. 34-37.