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Salmos 119:133
“Ordena mis pasos con tu palabra y ninguna maldad se enseñoree de mí”.
Hay un sinfín de especies de bacteria que poseen diminutas cadenas de partículas de cristal llamadas magnetosomas. Los magnetosomas, como sugiere su nombre, tienen hierro en ellas para ayudar a las bacterias a sentir los campos magnéticos para navegación. También pueden ayudar a la bacteria a encontrar alimento.
Estas bacterias viven en aguas saladas, sulfuradas y con sedimentos. A diferencia de la mayoría de bacterias tienen magnetosomas, las tres especies que prefieren las aguas sulfuradas no hacen sus diminutos compases de óxido de hierro. Más bien, combinan el hierro y el sulfato para hacer un cristal llamado greigita.
Ahora parecería lo suficientemente asombroso encontrar bacterias que construye su propio compás para navegación, pero los científicos tuvieron aún más sorpresas al aprender acerca de estas tres nuevas especies. Ellos descubrieron que cada una de las especies hace su propia y exclusiva forma cristalina de greigita. Las bacterias parecen poder construir los cristales, molécula por molécula, en la temperatura normal y otras condiciones en la cual existe la vida. A los científicos les gustaría saber cómo estas bacterias hacen esto. La ciencia moderna sólo puede hacer cristales bajo ardientes temperaturas calientes y otras condiciones que matarían a cualquier cosa viviente.
Estas sorprendentes habilidades no fueron diseñadas y construidas por medio de mutaciones y accidentes. Estas muestran que nuestro Creador provee para las necesidades de todas Sus criaturas – inclusive las bacterias – y lo hace con una creatividad ilimitada.
Prayer:
Amado Señor, te agradezco por Tu más grande provisión para mí en Tu santo, inocente sufrimiento y muerte en mí lugar por mi pecado. ¡La sabiduría del plan de salvación confunde al enemigo y asombra a los ángeles! Amén.
Notes:
Crystal growers seek bacterial know-how . . . Science News, v. 138, 1990. p. 382.
