El literalmente camina sobre el agua

Mateo 14:25
“Pero a la cuarta vigilia de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar”.

¿Le gustaría caminar sobre el agua como lo hizo Jesús? Lo más cercano que han llegado los humanos a caminar sobre agua es el esquí acuático, que algunos hacen incluso sin esquís. Pero todavía necesitan un poderoso y ruidoso bote motorizado para hacerlo. Sin embargo, hay un animal que puede caminar sobre el agua sin ningún tipo de ayuda.

La lagartija basilisco es otro tributo a la creatividad, conocimiento y poder ilimitado de Dios. La lagartija basilisco se encuentran desde México hasta Ecuador y están por igual en la casa como en los árboles, en la tierra y en y sobre el agua. La lagartija basilisco es una excelente trepadora y puede correr más rápido que cualquier enemigo sobre la tierra. Ya que sus patas traseras son proporcionalmente más largas que sus patas delanteras, cuando necesita extra velocidad, puede correr sólo sobre sus patas traseras. Corre tan rápido que puede correr a través de una superficie de un cuerpo de agua de hasta 100 pies (30 metros) de largo. ¡Esto es impresionante para una criatura que puede alcanzar dos pies (60 centímetros) de longitud! Los alerones en la piel en ambos lados de sus dedos traseros, así como las franjas de escamas, le permiten a la lagartija basilisco mantenerse sobre la superficie. Si la lagartija basilisco se encontrara en peligro mientras cruza el agua, se hunde por debajo de la superficie y nada o corre por el fondo en una dirección diferente. La lagartija puede mantenerse bajo el agua por varias horas.

Aunque el método de caminar sobre el agua de la lagartija basilisco es diferente de nuestro Señor, sus habilidades vinieron del mismo Dios. Esta lagartija muestra la sabiduría y el poder de Dios para hacer cosas que nos parecen imposibles, incluyendo perdonar nuestros pecados y darnos vida eterna a través de Su Hijo Cristo Jesús.

Prayer:
Te agradezco, Padre, porque Tu sabiduría es utilizada en amor por nosotros. Amén.

Foto: Basilisco marrón, tomando el sol en la Península de Osa, Costa Rica. Cortesía de Benjamint. (GFDL 1.2)