Mateo 2:11
“Al entrar en la casa… le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”.

Muchas personas no saben que el ámbar, a menudo tratada como una piedra preciosa, en realidad es producido por árboles.  Muchos no saben que el ámbar es mencionado en importantes puntos de las Escrituras.

El ámbar no es la savia endurecida de un árbol.  Más bien, es parte del sistema inmunológico del árbol.  Cuando el tronco o una rama del árbol se lesionan, el árbol produce ámbar como un líquido espeso que sella la lesión y luego se endurece – una especie de vendaje instantáneo.  A menudo, las personas asocian al ámbar con largas edades, pensando que toma millones de años formar el ámbar.  Si ese fuese el caso, no sería una venda muy buena.  Muchas veces, el ámbar contendrá restos de insectos sorprendentemente intactos e inclusive partes de la planta.  Si el ámbar tomara largo tiempo para formarse, cualquier material de planta o animal se habría deteriorado.  Otro indicador de que el ámbar no tiene millones de años es que se ha encontrado bacteria aún viva y células de levadura en el ámbar.

Debido a que el ámbar tiene que ser duro para proteger al árbol lesionado, dura mucho más de lo que el árbol lo necesita.  El que sea atractivo lo hace deseado como joyería.  Algunos ámbares son bastante aromáticos cuando se queman.  Este ámbar se llama mirra en la Biblia.  Y en algunas culturas tradicionales, el ámbar también es utilizado como medicina.  El ámbar, con sus muchos usos, es una bendición de nuestro Creador.

Prayer:
Señor Jesús, cuando viniste a estar entre nosotros, los Reyes Magos te dieron mirra, Tu bendición para nosotros y los árboles. Gracias. Amén.

Notes:
Acts & Facts, 9/10, p. 17, Brian Thomas, “Amber Jewelry: A Conversation Piece for Creation Evidence.”

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