Éxodo 4:15b
“…y yo estaré en tu boca y en la suya, y os enseñaré lo que habéis de hacer”.

Los investigadores conductistas definen la enseñanza muy específicamente. Por supuesto,  en primer lugar una profesora debe tener pupilos.  Luego, la profesora debe ser menos eficiente de lo normal en lo que hace, que cuando hace algo cuando está sola, así de esta manera mostrará a sus pupilos como realizar una tarea.  Y finalmente, los pupilos deben aprender la tarea más rápido de lo que aprenderían si estuvieran solos.

Todos los humanos por esa definición, de hecho, somos maestros.  Entre los animales, tan sólo una especie de hormiga llena esta definición de enseñanza.  Auque, hoy en día, los investigadores de la Universidad de Cambridge en Inglaterra afirman que los suricatos también califican como maestros.  Se descubrió que los cazadores con experiencia llevan a los cachorros jóvenes sin experiencia con ellos a cazar.  Ellos dejan que los pequeños los miren como se captura una presa.  Por supuesto, cuando capturaban una presa pequeña, los pequeños vocalmente suplicaban por un pedazo.  Sin embargo, sólo el 35 por ciento de esas presas son compartidas con los pequeños.  El resto del tiempo debe aprender como subyugar a la presa atrapada por ellos mismos.  Por otro lado, los cachorros de más edad y con más experiencia recibieron presas ya cazadas sólo el 10 por ciento del tiempo.  Asimismo, más pruebas que involucraban tanto presas muertas como vivas, muestran que aquellos que recibían presas vivas aprendían a subyugarla en tan sólo tres días.

A pesar de las presunciones de los investigadores de que la enseñanza evolucionó, Dios sigue siendo el que enseña a los maestros.

Prayer:
Padre, pido que proveas a Tu Iglesia de maestros fieles que enseñen acerca del perdón que tenemos en Cristo Jesús. Amén.

Notes:
Science News, 7/15/06, p. 36, S. Milius, “Live Prey for Dummies.”

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