La Física y la Química le Pertenecen a Dios

Génesis 1:27-28

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.  Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”

Cuando era profesor de ciencias de la secundaria, enseñaba tanto física como química. Sin embargo, la química era mi materia principal. Debido a mi experiencia en educación, realmente disfruto llevar grupos de familias y jóvenes a excursiones al Monte St Helens, que dirijo dos o tres veces a la semana durante el verano. Una de las preguntas que hago a los jóvenes es sobre el color de algunas de las rocas que se pueden ver en el área del Monumento Nacional Volcánico. Las rocas de las que estoy hablando en particular son una especie de color azul verdoso.

La semana pasada, mientras escribía esto, le pregunté a un grupo de adolescentes ¿por qué la roca era verde-azul?

-Un muchacho respondió- “porque la roca absorbe la luz roja, pero refleja el azul y el verde”.

Por supuesto, la manera en que formulé la pregunta significaba que él había dado una respuesta correcta. Así que dije “Esa es una respuesta de Física correcta. Pero, ¿cuál es la respuesta de Química?”

Una de las chicas respondió correctamente que la roca parecía contener Malaquita, que es Carbonato de Cobre Hidratado. Por lo tanto, la roca es un mineral para el cobre metálico.

Es interesante que conseguí una respuesta física y química correcta a mi pregunta. Dios, ha provisto a la humanidad con recursos en el mundo, de los cuales somos responsables, y sobre los cuales tenemos dominio. Él también ha hecho las leyes físicas que gobiernan -el por qué los colores aparecen en la forma que lo hacen. Aplicamos nuestros conocimientos de física y química para la extracción de esos recursos, y para entender sus propiedades.

Gracias, Señor, que Has proporcionado los recursos que necesitamos en este planeta, en el que nos has puesto. Quedamos asombrados por la gracia de Tu provisión para nosotros. Ayúdanos colectiva e individualmente, a ser buenos administradores de lo que nos ha dado. Amén.

Imagen: Jonathan Zander, publicado bajo licencia Creative Commons Atribución 3.0 Unported.