Efesios 2:10
“…pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”.

Es un día cálido en el Río Amazonas.  Un pequeño pez nada cerca de la superficie buscando entre los naturales escombros flotantes algo de alimento.  Al mirar entre la hoja o rama ocasional en el agua no ve ningún peligro.  Al mismo tiempo, una de las “hojas” flotantes está esperando que el pez se acerque un poco más.  ¡Entonces, sin advertencia, la “hoja” flotante viene a la vida, agarra al pez y se lo come!

La hoja hambrientaLo que el pequeño pez pensaba que era otra simple hoja flotante en realidad era otro pez.  El pez hoja de la amazonía está cuidadosamente diseñado no sólo para parecer una hoja, sino para actuar como una también.  Tiene un cuerpo plano, muy parecido a una hoja.  Una línea negra corre por el largo de su cuerpo,  dando la apariencia de la arteria central de la hoja.  Un crecimiento carnudo en su mandíbula inferior parece el tronco de la hoja.

A más de parecer una hoja, el pez hoja también actúa como una hoja.  Se mantiene quieto en el agua, dejándose llevar por la corriente.  Para esconder aún más su identidad, une sus aletas cerca de su cuerpo, removiendo cualquier último vestigio de que es en realidad un pez hambriento en busca de su almuerzo.

El pez hoja combina colores engañosos, apariencia y comportamiento en un diseño para que este, también, pueda sobrevivir.  En esto el pez hoja muestra que el Creador no hace nada sin también diseñar un propósito especial para esa criatura.  De acuerdo a la Biblia, lo mismo se puede decir aún más enfáticamente para cada ser humano que Él ha hecho.  Su Creador tiene un propósito especial para usted, también, y empieza con Su plan de salvación por usted a través de Su Hijo Cristo Jesús.

Prayer:
Amado Padre celestial, a través de la instrucción de Tu Palabra ayúdame a definir mejor quien soy más completamente en el conocimiento de Tu amor perdonador hacia mí en Cristo Jesús. Amén.

Notes:
Hanson, Jeanne K., and Deane Morrison. 1990. The wonderful weird of flora and fauna. Star Tribune First Sunday, Dec. 2. p. 17.

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