La inteligencia está incorporada en la creación

Salmos 104:24a
“¡Cuán innumerables son tus obras, Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría…”

Aquellos que creen que el universo, la Tierra y todo lo que está en ella son el resultado de una evolución sin discernimiento están en apuros para explicar el origen de la inteligencia.  Algunos incluso intentan argumentar que no hay tal cosa como la inteligencia, diciendo que sólo pensamos que ciertas cosas reflejan la inteligencia.  Al aprender más acerca del mundo, se requiere de una fe aún más grande para creer en la evolución.

Co-discoverers of the double-helix DNA molecule, Francis Crick (left) and James Watson, shake handsLa estructura increíble del ADN y como funciona es un ejemplo.  Los  científicos ahora han demostrado, y aunque no fue su intención hacerlo, que el ADN mismo está infundido de inteligencia.  En 1994 se descubrió que el ADN podía ser utilizado como una computadora.  Desde entonces, se ha aprendido mucho acerca del poder informático del ADN.  ¿Cómo puede ser utilizado el ADN para resolver el problema de, por ejemplo, encontrar un camino de vuelo entre siete ciudades como para que cada ciudad sea visitada solo una vez?  Para resolver el problema los investigadores asignan un valor numérico a las hebras individuales del ADN.  A través de una serie de pasos, permiten que las hebras del ADN interaccionen entre sí, guardando los resultados luego de cada paso.  Un computador electrónico puede resolver un problema matemático con 30 cláusulas y cincuenta variables en 1.6 millones de pasos.  ¡Un computador de ADN puede resolver este mismo problema en tan sólo 91 pasos!

Las computadoras de ADN no serían posibles a menos que la inteligencia fuera incorporada en el mismo tejido de la creación.  Sólo nuestro todo sabio Creador pudo haber sido responsable de esto.

Prayer:
Amado Padre, ayúdame a utilizar la inteligencia que Tú me has dado. Amén.

Notes:
Nature, 1/13/00, pp. 143 144, 175 179, “DNA computing on surfaces.”
Photo: Co-discoverers of the double-helix DNA molecule, Francis Crick (left) and James Watson, shake hands. Photo published in a Public Library of Science (PLOS) journal. Licensed under the Creative Commons Attribution 3.0 Unported license.