La luciferina podría llevar a tener una piel radiantemente joven

Juan 8:12
“Otra vez Jesús les habló, diciendo:–Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.

El océano está lleno de animales que pueden generar su propia luz.  Incluso Charles Darwin admitió que la teoría de la evolución no podía explicar como esta bioluminiscencia pudo haber evolucionado.  Al intentar explicar, los evolucionistas modernos como pudo haber evolucionado, han logrado obtener algunos descubrimientos prácticos interesantes.

La luciferina podría llevar a tener una piel radiantemente joven Las criaturas bioluminiscentes utilizan una variedad de moléculas de luciferina que produce luz cuando se le combina con oxígeno.  El resultado puede ser luz azul, verde, rojo brillante o violeta.  Hoy queremos ver la forma más común de luciferina.  Aunque la mayoría de animales bioluminiscentes utilizan esta luciferina, la mayoría de ellos no la pueden crear por ellos mismos.  Aparentemente entra en su sistema a través de su dieta.  Sin embargo, nadie sabe que criatura la produce.  Los investigadores están principalmente interesados en su habilidad de combinarse tan efectivamente con el oxígeno.  Esta habilidad permite que la luciferina desactive radicales libres. Cada uno de nosotros produce radicales libres en el proceso de vivir.  En bajas dosis estos oxidantes producen envejecimiento.  En grandes cantidades producen muerte.  Así que los investigadores expusieron a células humanas cultivadas a una dosis fatal de radicales libres.  Luego añadieron luciferina común.  Encontraron que incluso las bajas dosis limpiaban los radicales libres y salvaban las células.   Basados en lo que aprendieron, los investigadores esperan producir verdaderas cremas anti-envejecimiento para la piel y para curar la enfermedad del Alzheimer.

Ninguna luz, incluyendo la bioluminiscente, ha evolucionado.  Toda luz origina en Dios, incluyendo la luz espiritual de Su Verdad.

Prayer:
Señor, ayúdame a nunca alejarme de la luz de Tu Verdad. Amén.

Notes:
New Scientist, 7/22/00, pp. 34 35, “First Light.”