Mateo 11:28
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.

La extraña y desagradable planta llamada mala hierba bruja se encuentra principalmente en el África y el Asia, pero se ha reportado en Norte América también.  Esta planta parasítica puede prevenir que las plantas de cultivo produzcan rendimientos y se dice que es la responsable por intensificar los resultados de la hambruna en Etiopía.

WitchweedNo mucho después de la germinación, la mala hierba bruja envía una enzima “tanteadora” por la tierra a su alrededor para encontrar raíces cercanas. Si la enzima encuentra un sistema de raíces, digerirá un poco de las células en la superficie de la raíz.  Las raíces dañadas en realidad ayudan a la mala hierba bruja al enviar una respuesta química que confirma su presencia a la mala hierba bruja.  Entonces a la mala hierba bruja le crece un órgano anexo para penetrar el sistema de raíces del vecino.  Sin embargo, la mala hierba bruja no puede penetrar muchos sistemas de raíz.  Si el anexo no se realiza en los siguientes cuatro días, la mala hierba bruja crece a la deriva y muere en menos de una semana.

Si la mala hierba bruja se anexa exitosamente a un sistema de raíces vecino, la mala hierba bruja puede disfrutar de una vida larga y plena al ser alimentada por las raíces del vecino.  De hecho, la mala hierba bruja cambia las hormonas producidas por su vecino para que el sistema de raíces del vecino crezca cada vez más a expensas del crecimiento de tallo de la víctima.  Aunque la víctima puede vivir un largo tiempo, no tendrá suficiente fuerza para reproducirse.

La mala hierba bruja no es una planta simple.  Aprendemos de la mala hierba bruja que la imaginación ilimitada del Creador no sólo creó algunas cosas vivientes muy extrañas, sino que también creó algunas soluciones únicas para proveerles un medio de vida.

Prayer:
Amado Padre celestial, yo enfrento problemas en mi vida. Yo entrego todas mis preocupaciones a Tu poderoso, inventivo y amoroso cuidado. En nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notes:
The underground sorcery of witchweed. Discover, Dec. 1985. p. 14.

Share this: