La melenuda avispa

Génesis 3:21
“Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió”.

El brioso abrigo melenudo rojo y negro de la llamada “hormiga” de terciopelo hace más que advertir a los ingenuos de sus paquetes de aguijones poderosos. Sin embargo, es aquel abrigo melenudo que la protege del calor de su hogar en el desierto.

El insecto, que popularmente se llama la “hormiga” de terciopelo, es en realidad una avispa sin alas y a menudo se la encuentra en áreas calientes y arenosas de desierto.  El abrigo de esta pequeña avispa melenuda le ayuda a aislarle del calor de la arena del desierto que puede alcanzar temperaturas tan altas como 130 grados.
    
Muchas criaturas – incluso plantas que viven en este medioambiente caliente – tienen abrigos de piel protectores a menudo teñidos de blanco para ayudar reflejar el calor.  Las avispas escavadoras, que viven en el mismo medioambiente, incluso tienen pequeños pelos plateados entre sus ojos para proteger sus diminutos cerebros del calor.  Es de este medioambiente que una planta popular, la molinera polvorienta, para jardinería viene con su cobertura protectora plateada sobre sus normalmente verdes hojas.

La ropa y abrigos que utilizamos para protección, meramente emulan aquellos en el resto de la creación viviente, y no son más que débiles imágenes de nuestra última necesidad por protección.  Cuando nuestros primeros padres, Adán y Eva pecaron, Dios les proveyó con cuatro coberturas de pieles de animal.  Sin embargo estos fueron solo punteros hacia la perfecta cobertura por nuestros pecados provistos por Jesucristo.

Prayer:
Amado Padre celestial, Te agradezco que así como Tú proveíste de coberturas para Adán y Eva luego de que pecaron, Tú también has provisto la perfecta capa blanca de Cristo por mis pecados. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notes: