1 Crónicas 25:7
“Y el número de ellos, con sus hermanos, instruidos en el canto para Jehová, todos los aptos, fue doscientos ochenta y ocho.”

Una vez escuché al legendario pianista de jazz Oscar Peterson decir en un programa de televisión de la BBC en la década de 1970, que los jóvenes pianistas de jazz necesitaban comenzar entrenando en música clásica. Pocos dudarían del inmenso genio de Peterson, pero estudios recientes sugieren que pudo haber interpretado mal esa opinión. Los científicos en el Instituto Max Planck en Leipzig, Alemania, han medido los patrones cerebrales de pianistas de jazz y música clásica. Esta investigación fue especialmente interesante para mí, ya que antes, de dar mi atención a la ciencia, fui un pianista clásico formado.

El Instituto eligió una muestra de 30 músicos profesionales: 15 de cada una de las dos formas de arte. Sus ondas cerebrales se midieron bajo una serie de diferentes ejercicios musicales.  Un ejercicio, que involucraba la yuxtaposición de un acorde desconocido en una secuencia por lo demás regular, parecía ser anticipado más rápidamente por los músicos de jazz. Por otro lado, cuando los pianistas seguían una digitación cuidadosamente numerada, si se cambiaban los patrones de digitación, los músicos clásicos podían anticipar y enfrentar mejor que los que tocaban jazz.

Ninguna de las formas musicales puede considerarse mejor en lo que se refiere a la actividad cerebral, pero es notable que sus vías cerebrales musicales parecen estar conectadas de manera diferente. Esto quizás explica porque a los grandes músicos de ambos géneros les resulta difícil cambiar de disciplina.

Dios nos ha hecho únicos. Él ha dado a algunos una habilidad extra para la música. Esto está completamente en línea con lo que sabemos, de la Palabra de Dios, que Él daría diferentes habilidades y niveles de habilidades a diferentes personas, para que las usen para alabar Su Nombre.

 Oración: Señor te alabamos, con instrumentos de cuerda, con instrumentos de viento, y con el instrumento de nuestras voces. Que podamos siempre levantar nuestras voces en alabanza a Ti. Amén.

Ref: Instituto Max Planck de ciencias cognitivas humanas y del cerebro. “Miles Davis no es Mozart: Los cerebros de pianistas de jazz y música clásica funcionan de manera diferente: Incluso cuando se reproduce la misma pieza de música.” ScienceDaily. ScienceDaily, 16 de enero de 2018. <Www.sciencedaily.com/releases/2018/01/180116123713.htm>. Imagen: Estatua de Oscar Peterson, Ottawa, Canadá, licencia: Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported.

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