Juan 15:5

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer”.

Dos grupos de vides tropicales dependen para su reproducción de la única especie a nivel mundial de mariposas come-polen.  Ninguna de las vides tiene flores muy ostentosas, ni sus flores tienen aroma.  Sin embargo, ellas no necesitan atraer a polinizadores, porque la mariposa Heliconius depende del polen producido por la vid para su comida.  Así que las mariposas no vuelan lejos de su fuente de comida.

Puesto que la mariposa depende del polen, las vides producen muchas más flores machos que hembras.  Esto mantiene a su ejército de polinizadoras bien alimentadas.  Siendo comedoras desordenadas, las mariposas terminan con polen por todos lados.

¿Pero qué atraería a la mariposa a la flor hembra, que puede estar hasta 6 metros de distancia? Dos trucos son utilizados.  Primero, una flor hembra usualmente crece cerca de donde una flor macho se ha marchitado.  Segundo, la flor hembra, mientras no produce polen, se ve justo como la flor macho para invitar la atención de la mariposa.

¿Vio usted la inteligencia en este arreglo?  Si solo estuviese involucrada la casualidad, ¿por qué la única especie conocida de mariposas que comen polen se encontrarían con las únicas vides conocidas que dependen de sus servicios?  ¡Este es un planeta muy grande!  Si no hay ningún diseño en este arreglo, ¿por qué deben estas vides ofrecer flores hembras que parecen machos para que puedan ser polinizadas?  Es muy claro que estas mariposas fueron hechas a la medida para estas vides, y las vides fueron hechas para las mariposas.  ¡Este es un testimonio de un Creador personal quien está personalmente involucrado en la vida en la tierra¡
Oración: 

Padre, así como provees a cada cosa viviente de sus necesidades para la vida, Tú también has provisto para mi vida eterna a través del perdón de pecados en Jesucristo. ¡Gracias¡ Amén.

 

Notas: 

Batten, Mary. 1983. Sex & plants. Science Digest, Oct. p. 61.

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