II Tesalonicenses 3:10
“Y cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: que si alguno no quiere trabajar, tampoco coma”.

Que hermosa escena.  Un campo lleno de una exhibición de colores, con abejas lentamente volando de flor en flor.  Para nosotros esta es una escena de paz idílica.  El hecho es que, ese ritmo para la abeja es tan frenético como para cualquier humano movilizándose en horas de tráfico pico.  Esto es en mayormente porque, como humanos, las abejas son de sangre caliente.

La vida económica entre las abejasMuchos libros sobre sociedades de abejas elogian las virtudes del comunismo.  Estos libros casi hacen parecer como que las abejas se sientan a decidir quienes trabajan con flores, todo por el bien de la colmena.  Pero es precisamente porque este método es menos productivo que las abejas de sangre caliente necesitan más energía, deben utilizar un sistema que requiere iniciativa personal para incrementar la productividad.

Los investigadores han encontrado que las abejas recogen néctar y la regresan a la colmena completamente por propia iniciativa.  Las abejas jóvenes recogen néctar de diferentes clases de flores hasta encontrar que flores producen más néctar.  Cuando las flores más premiadas se secan, van para la segunda más premiada.  Así que la motivación individual lleva a cada abeja a sacar máximo provecho de sus propios esfuerzos.  Como resultado, toda la colonia se beneficia.

Un investigador comentó que este método funciona tan bien que casi parece como que toda la colmena está guiada por una “mano invisible”.  Esto es más que simple apariencia, ya que Dios si cuida de todas Sus criaturas, incluyéndole a usted y a mí.  Él ha demostrado su mayor amor por nosotros al enviar a Su Hijo, Cristo Jesús, para que podamos tener el perdón de los pecados a través de Él.

Prayer:
Amado Señor, Te agradezco que dejaste la presencia del Padre en el cielo para tomar una forma humilde en Ti. Creo en Tu Palabra que me dice que Tú has llevado mi pecado para que, a través del perdón, yo pueda estar limpio delante de mi Creador. Amén.

Notes:
Jordan, William. 1984. “The bee complex.” Science 84, May. p. 58.

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