Las Influencias De La Niñez De Darwin

Romanos 8:5
“Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.”

Existe un mito permanente de que Charles Darwin comenzó su vida como un cristiano que creía en la Biblia y solo abandonó la fe debido a la evidencia que vio durante su famoso viaje en el Beagle. Como muchos mitos, este tiene muy poco de verdad.

El abuelo paterno de Charles Darwin fue Erasmus Darwin. Él había publicado su propia versión de “La Teoría de La Evolución” en un libro llamado Zoonomia. El libro de Erasmus Darwin fue publicado en 1794 – 15 años antes del nacimiento de Charles. El hijo de Erasmus, Robert heredó muchas de las opiniones de su padre. Socialmente, fue profundamente pro-liberal, anti-Tory y, según Janet Browne, autora de una importante biografía de Charles Darwin, Robert Darwin fue “de corazón probablemente ateo.” Las opiniones de estas dos generaciones anteriores no deben haber sido desconocidas para el joven Charles.

Muchos objetarían de que el muchacho Charles muy probablemente fue más influenciado por su madre, Suzannah, que era una piadosa asistente de la iglesia. Sin embargo, la iglesia a la que asistía era la Iglesia Unitaria en Shrewsbury, una denominación que niega los principios esenciales de La Fe Cristiana, como La Infalibilidad de las Escrituras y La Deidad de Jesucristo. El pastor de la Iglesia Unitaria, William Case, operaba una escuela en su casa, a la que Charles asistió en sus años formativos. Además, el padre de Suzannah era Josiah Wedgwood de fama alfarera, quien, junto con Erasmo, fue miembro de la Sociedad Lunar, dedicado a llevar La Revolución Francesa a Inglaterra.

Charles no era responsable de esas generaciones anteriores, pero es ilógico suponer que no fue influenciado por ellas. Nuestra conclusión es que Charles Darwin nunca fue un auténtico creyente cristiano.

Oración: Señor ayúdanos, a no ser engañados por los problemas de las generaciones que vinieron antes de nosotros, sino a volvernos hacia ti por nosotros mismos – por el bien de Tu gloria. Amén.

Ref: McNaughton, I. y Taylor, P. (2009), Darwin y el darwinismo: 150 Años Después, (Día), págs. 18 y sigs. Imagen: Charles Darwin, de 7 años de edad, de dominio público.