Lenguaje diseñado

Génesis 3:9
“Pero Jehová Dios llamó al hombre, y le preguntó: — ¿Dónde estás?”

El lenguaje requiere algunos diseños muy especiales que son inusuales en la naturaleza y que se encuentran juntos sólo en los humanos.  Primero,  el lenguaje  humano requiere cuerdas vocales, que ninguno de los monos tiene.  Los únicos animales con tractos vocales son las aves, pero nadie está sugiriendo que evolucionamos de las aves.

El lenguaje también parece requerir una estructura inusual del cerebro.  El área frontal del hemisferio izquierdo del cerebro está conectada a un área adyacente de la corteza llamada el área de Wernicke.  Estas dos áreas están ligadas por un manojo de fibras nerviosas.  El resultado es una asimetría del cerebro, y claro que es único en los humanos.  Incluso el ser humano aún no nacido tiene esta asimetría que le permite absorber el lenguaje.  El desarrollo en esta área del cerebro se detiene en la pubertad.  Esa es la razón por la cual se hace más difícil para los adultos aprender una nueva lengua.  Las habilidades del lenguaje pueden aprenderse sólo al escuchar el lenguaje.  A los llamados niños “salvajes”, que no han escuchado ningún lenguaje del todo, no se les puede enseñar un lenguaje luego de la pubertad por la misma razón.

¿Así que dónde escuchó Adán por primera vez un lenguaje? Las Escrituras nos dicen que fue el mismo Creador Dios quien hablaba regularmente con Adán.  Esto significa que el lenguaje no es una colección de sonidos sin sentido al cual hemos asignado significados.  Los significados y sonidos han venido de Dios, y es así como nuestro diseño singular hace que el lenguaje sea posible porque viene de Dios.

Por lo tanto el lenguaje no sólo es para propósitos mundanos.  ¡También se nos ha dado el lenguaje para adorar a nuestro Dios y Salvador y para decir a otros quien es Él y lo que Él ha hecho!

Oración: Amado Padre Celestial, perdóname por aquellas veces cuando no he utilizado bien el lenguaje y por aquellas veces cuando no he utilizado el lenguaje para alabarte.  Permite que mis palabras y adoración sean aceptables delante de Ti, en el nombre de Cristo Jesús.  Amén.

REF: Tassot, D. 1990. Language-origins and evolution. Creation Social Science and Humanities Quarterly, Winter. p. 27. Foto: Envato.