Lo Creo; para ser Habitado
Isaías 45:18
“Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro.”
Hay quienes creen que pueden leer el supuesto orden evolutivo de las cosas en el relato de la creación de Génesis 1. Sin embargo, cuando miramos más de cerca, nos damos cuenta de que hay una serie de discrepancias, que no pueden conciliarse. Incluso ateos evolucionistas han notado esto, por ejemplo, Richard Dawkins insiste en que no es posible armonizar Génesis con la evolución.
Una de las discrepancias más evidentes es que Génesis nos dice que Dios hizo la tierra antes de hacer el resto de objetos astronómicos. La Tierra fue creada en el día uno, mientras que las luces mayor y menor y las estrellas fueron creadas en el cuarto día.
La Tierra es el centro de la actividad de Dios y, en particular, la raza humana, a quien él puso a vivir aquí, a tener dominio sobre ella. Él nos dice en Isaías 45:18 “Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; (¡él es Dios!), el que formó la tierra, (¡el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó!): Yo soy Jehová, y no hay otro”.
Dios dice: “Yo soy el Señor y no hay otro”. Para demostrarnos esto, si fuese necesario, nos recuerda que Él no solo creó todo, sino que “para que fuese habitada la creó”. Es a través de la humanidad y, por lo tanto, en última instancia, a través de la persona de Jesucristo, que la creación de la Tierra tiene su plenitud y significado.
Prayer:
Gracias, Señor Dios, por este planeta, en el que nos has puesto. Te damos gracias de que Tu amor y misericordia se demuestren a través de la creación, pero más especialmente en la obra de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Notes: