Proverbios 16:23
“El corazón del sabio hace prudente su boca y añade gracia a sus labios”.

Aunque las computadoras modernas pueden cada vez hacer cosas más asombrosas, no podrían competir bien ni en una tarea sencilla con un animal.

Por ejemplo, usted puede enseñarle a una computadora donde queda la puerta delantera de su casa y donde están los muebles de la sala.  Déle ruedas, parquéela en la puerta delantera y dígale que encuentre el sillón.  No hay problema.  Ahora mueva los muebles y repítale el mandato a la computadora.  Ahora ésta se encuentra desesperadamente perdida.  Mueva los muebles y el gato todavía podrá encontrar el sillón.  Las computadoras de hoy pueden hacer algunas pocas cosas que puede hacer el cerebro de un gato.  Pero esta computadora necesita su propia fuente de energía y 140.000 unidades de procesamiento central. E incluso este arreglo es más de 80 veces más lento que el cerebro de un gato.  En cerebros humanos y de gatos, la memoria y el aprendizaje son posibles porque las neuronas están todas conectadas a muchas otras neuronas.  Por lo tanto, sea un humano o un gato pueden reconocer instantáneamente un rostro familiar.  Los ingenieros han inventado un transistor de reemplazo llamado memristor que le da a la computadora la habilidad de aprender y recordar.  Inclusive al utilizar memristores, le tomaría a una inmensa supercomputadora con su propia fuente de energía mucho más tiempo reconocer rostros de lo que nos toma a nosotros.

La memoria y la habilidad de aprender es un regalo de Dios, la fuente de todo conocimiento.

Prayer:
Padre, Te agradezco por darme la habilidad de aprender y luego enseñarme Tu verdad en Tu Palabra. Amén.

Notes:
http://www.ns.umich.edu/htdocs/releases/plainstory.php?id=763.3, University of Michigan News Service, 4/14/10, “Cat brain: A step toward the electronic equivalent.”

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