!Los antiguos pudieron haber movido el cohete Saturno V!

Job 38:36
“¿Quién puso la sabiduría en el corazón? ¿Quién dio inteligencia al espíritu?”

Miramos las pirámides de Egipto y nos preguntamos como los antiguos egipcios construyeron estas grandes estructuras. Tales preguntas son en realidad acerca de la fuente de inteligencia y creatividad del hombre. ¿Fueron creadas la inteligencia y la creatividad en nosotros por un Dios resueltamente inteligente y creativo, o son estas el resultado de fuerzas evolucionistas ciegas? En la antigua ciudad que los griegos llamaban Heliopolis, los romanos convirtieron a un antiguo templo griego en un templo de Júpiter. El templo original debe haber asombrado incluso a los constructores romanos. Este templo tiene una longitud de 2.500 pies (762 metros), convirtiéndolo en una de las estructuras de piedra más grandes en el mundo. Veinte y seis pies (7.9 metros) sobre la fundación de esta estructura están tres de las piedras más grandes alguna vez movidas por el hombre. Estos bloques de piedra caliza miden 10 pies (3 metros), por 13 pies (3.9 metros) por 60 pies (18 metros) de largo. ¡Pesan 1.2 millones de libras cada uno, tres veces el tamaño de cualquier piedra utilizada en las pirámides! No sólo fueron levantadas a 26 pies (7.9 metros) en el aire, sino que también fueron movidas desde una cantera que se encuentra a tres cuartos de milla de distancia (poco menos de un kilómetro). En la cantera se encuentra una piedra aún más grande que pesa dos millones de libras que habría destrozado cualquier tronco utilizado para llevarla al templo. La primera vez, en la historia registrada, que el hombre alguna vez movió alguna cosa tan pesada fue cuando la NASA movió el gigante cohete Saturno V hasta la plataforma de lanzamiento, en su ahora famoso vehículo de tracción gigante.

La razón por la cual estas personas de la antigüedad pudieron haber movido el cohete Saturno V es la inteligencia que viene de nuestro Creador, no de una evolución de casualidad.

Oración: Amado Padre, te agradezco que no utilizaste la evolución para crearme. Amén.

Ref: Fronteras de la ciencia: algunas anomalías y curiosidades de la naturaleza, William Corliss, “Increíble Baalbek”, pps. 1718. Imagen: El diseño de la antigua Baalbek con la construcción del templo. Departamento de Policía de EE. UU.