Salmos 139:8
“Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciera mi estrado, allí tú estás”.

Una serie de descubrimientos improbables tienen a los científicos meneando la cabeza.  Los investigadores han descubierto las criaturas más pequeñas jamás vistas a tres millas debajo de la superficie de la Tierra, viviendo felizmente donde las temperaturas suben tan alto como 338° grado F (170° C).

Nanobugs amaze acientistsLas criaturas fueron descubiertas como parte del Programa de Microbiología Subterránea Profunda.  Ese esfuerzo científico está buscando microbios subterráneos que puedan alimentarse de y descomponer contaminantes subterráneos.  A 20 y 150 nanometros de distancia parecen demasiado pequeños para estar vivos. Un nanometro es la billonésima parte de un metro.  El cabello humano promedio es de 10,000 nanometros de ancho.  Los átomos tienen un promedio de 3-5 nanometros en tamaño.  Así que una criatura de sólo cuatro a cinco veces el tamaño de un átomo no pareciera que debería estar viva.  Después de todo, una pared celular tiene un tamaño de cinco a siete nanometros de grueso.  Sólo el ADN tiene un grosor de cinco a seis nanometros.  Así que, con sólo dos paredes celulares y un poco de ADN, el más pequeño de estas criaturas, llamados “nanobios”, parecen demasiado pequeños para ser criaturas vivientes.  Por esta razón los científicos decidieron que no pueden vivir.  Pero luego de algunos estudios, los científicos encontraron que estas criaturas en realidad sí tiene ADN y están hechos de los elementos de la vida, carbón, nitrógeno y oxígeno.  Y sí crecen como otras cosas vivientes.

Los nanobios son otra demostración de que nada es demasiado difícil para Dios, ni hay ningún lugar donde Él no esté.  Este es un consuelo para nosotros ya que Dios no ha escatimado nada, incluyendo la vida de Su propio Hijo, para darnos la salvación.

Prayer:
Señor, Tu puedes hacer todas las cosas. Permite que yo sea confortado por esta verdad y la verdad de que Tú me has amado en Cristo Jesús. Amén.

Notes:
Discover, 1/01, p. 58, “It’s a Small World After All.”

Share this: