Éxodo 15:2

“Jehová es mi fortaleza y mi cántico. Ha sido mi salvación. Este es mi Dios, a quien yo alabaré; el Dios de mi padre, a quien yo enalteceré”.

Los investigadores modernos están aprendiendo que las bacterias no son una simple forma de vida.  Más bien la bacteria es una criatura tremendamente compleja que piensa.  Los científicos han descubierto que las bacterias en realidad tienen censores de tamaño molecular.  Algunos de estos censores actúan como ojos, mientras que otros actúan como oídos.  Una docena de otras proteínas han sido descubiertas que reciben la información reunida por los “ojos” y “oídos” de la bacteria.  La información recolectada es entonces procesada de la misma manera en que su cerebro recoge y da sentido a la información.

Las bacterias tienen sentidos especializados y un cerebro.  De hecho, las bacterias son mejores en percibir algunas cosas que usted y yo.  Una bacteria puede, por ejemplo, percibir la diferencia entre dos partes y una parte de 10.000.  ¡Esto es lo mismo que si usted pudiese notar la diferencia entre una jarra con 9.999 centavos y otra jarra con 10.000!

La idea que las bacterias son solo “simples” formas de vida viene de la evolución.  Una creciente investigación está mostrando que inclusive criaturas de una célula no son del todo simples.  Píenselo.  Cada bacteria de una célula debe lograr, dentro de esa única célula, todos los deberes que nosotros logramos utilizando los trillones de células en nuestro cuerpo.  ¡Comer, digerir, metabolismo, remoción de desperdicios, reproducción-e inclusive pensar-todo esto toma lugar dentro de una sola célula!  No hay tal cosa como una simple forma de vida.

La ciencia ciertamente argumenta contra la idea que la vida empezó por accidente.  ¡Lo que la ciencia está aprendiendo nos urge a pensar acerca del Sabio y considerado Creador Quien nos hizo!

Oración: 

¡Amado Padre, Tú eres tan maravilloso que inclusive la bacteria te glorifica! Disculpa la debilidad de mi adoración. Ayúdame a adorarte con todo el ser maravilloso que me has dado.

 

En nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notas: 

Pietsch, Paul. 1983. The mind of a microbe. Science Digest, Oct. p. 69.

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