Medicina crujiente
I Corintios 15:49
“Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial”.
El apio es un antiguo remedio casero para casos leves de la hipertensión. En una prueba científica, el padre de un estudiante de medicina de la Universidad de Chicago bajó su leve hipertensión simplemente al añadir un cuarto de libra de apio a su dieta diaria por una semana.
Ahora su hijo, un doctor de nombre Quang T. Lee, cree que ha descubierto como el apio puede bajar la presión sanguínea. Su descubrimiento podría cambiar la manera en que la alta presión arterial actúa. La hipertensión es causada cuando el delineamiento muscular suave de los vasos sanguíneos se tensa. Esto hace que los vasos se estrechen, haciendo que sea más difícil que la sangre pase. Las hormonas del estrés en la sangre causan que los músculos se tensen.
El Dr. Lee descubrió que el apio contiene un químico que relaja el tejido muscular suave de los vasos. Esto hace llegar a la raíz del problema. Las hormonas del estrés son hechas por el cuerpo utilizando una enzima específica. El químico natural en el apio previene que esta enzima se forme en hormonas de estrés, por ende previene la química que crea la presión alta. Los investigadores esperan que el químico lleve a un tratamiento más efectivo para la alta presión arterial. Así también, ellos recomiendan no comer el apio para bajar la hipertensión ya que contiene sodio y otros químicos que pueden ser dañinos para algunas personas cuando se lo toma en dosis altas.
¿Cómo aprendieron los antiguos orientales acerca de esta solución natural para la hipertensión? Claramente, los así llamados hombres antiguos tenían una gran cantidad de conocimiento acerca de la creación que recién hoy nosotros estamos aprendiendo.
Prayer:
Señor, cuando las personas hablan hoy en día acerca de las antiguas generaciones como simples y primitivas, están degradando Tú obra, ya que el hombre fue hecho a Tú imagen. A través del perdón de mis pecados ayúdame hoy a vivir en Tú imagen. Amén.
Notes:
Carol Ezzell. 1992. “Celery Studies Yield Blood Pressure Boon.” Science News, May 9. P. 319.