1

Millones de dólares por libra

 Salmos 139:14

“Te alabaré, porque formidables y maravillosas son tus obras; estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien”.

            A veces la información puede ser tan simplificada que se hace engañosa.  Todos hemos escuchado que el cuerpo humano está hecho de un valor de solo unos pocos dólares de químicos.  Sin embargo, esta afirmación repetida comúnmente no refleja lo que en realidad está en el cuerpo humano.

Tomemos la azúcar compleja ácido hialurónico.  Este azúcar, que se encuentra en los cuerpos de todos los animales y del hombre, es el lubricante más efectivo conocido.  También es elástico, esto significa que puede absorber choc y regresarlo a su forma original.   El ácido hialurónico lubrica sus articulaciones.  Y protege tejidos delicados en sus ojos.

El ácido hialurónico se añade a algunos cosméticos, cremas humectantes de piel, y cremas de afeitar.  También se ocupa en la cirugía de ojos para ayudar a que los ojos mantengan su forma y para proteger los tejidos del ojo.  El problema es que, el ácido hialurónico utilizado en la cirugía de ojo cuesta millones de dólares por libra.  Aunque solo un par de cientos de dólares son necesarios.  Este algo costo previene otro uso para esta sustancia fascinante.  Los investigadores médicos creen que lubricar las articulaciones artríticas con ácido hialurónico restauraría la lubricación y aliviaría la causa del dolor en las articulaciones.  La investigación continúa en métodos menos costosos de hacer ácido hialurónico.

Cuando las personas olvidan cuan formidable y maravillosamente Dios nos ha creado, es fácil reducir las maravillas del valor del cuerpo humano a unos pocos dólares de químicos.  Seguramente esta no sea la actitud ingrata que debemos expresar a otros.

 

Oración: Señor, te agradezco que en realidad fui formidable y maravillosamente hecho.  ¡Perdona mi imprudente ingratitud y ayúdame a ver más claramente las razones sin número que tengo para agradecerte continuamente y alabarte!  Amén.

 

 

REF.: Andrew Pollock. 1992. Tapping the Body’s Own Lubricant at Millions of Dollars a Pound. The Vancouver Sun, Feb. 8. P. 7.