Montañas misteriosas no tienen que ser un misterio
Génesis 8:5
“Las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo, cuando, el primer día del mes, se descubrieron las cimas de los montes”.
Hay tres formas de hacer una montaña. El movimiento de dos placas de la corteza chocándose entre sí hará que suban montañas. Asimismo, la actividad volcánica producirá montañas. Finalmente, una erosión masiva de los estratos blandos también puede crear montañas.
En los años de 1950, investigadores soviéticos descubrieron una cadena montañosa, llamada las montañas Gamburtsev, en la Antártica. Ya que la cadena montañosa yace bajo casi dos millas y medio (4 kilómetros) de hielo, fueron descubiertos por estudios sísmicos. Pero hay un problema, no debería haber ninguna montaña allí, de acuerdo a la ciencia convencional. Esto es debido a que la Antártica es una sola placa cortical que choca con nada. Ni hay ninguna evidencia de actividad volcánica allí. Como lo dijo un científico, encontrar estas montañas es como abrir una pirámide antigua y encontrar un astronauta vivo dentro. Sin embargo, hay otra respuesta que los geólogos uniformistas nunca considerarían. Sabemos que hubo una masiva erosión cuando las aguas del diluvio drenaron de la tierra, como lo demuestra el Gran Cañón y las Badlands de América. Esto también parecería ser la explicación más probable para las montañas misteriosas de la Antártica.
La Biblia nos da la historia general más precisa de la Antigua Tierra, en realidad llenando los vacíos y contradicciones que surgen en los enfoques modernos de la ciencia de mucho tiempo.
Prayer:
Padre, Tu juzgaste a todo el mundo en el diluvio. Recuerda a mi fe que Tú me has juzgado a mí en la cruz de Cristo. Amén.
Notes:
Creation, 3-5/09, p. 11, “Mountains that ‘shouldn’t be there.'”