2 Pedro 3:17-18
“Así que vosotros, amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos caigáis de vuestra firmeza. 18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”.

Los científicos, como todos los demás, pueden cometer errores.  La ciencia tiene su propio “pasillo de vergüenza”.  El hecho de que lo que los científicos dicen esté a menudo escrito en libros de texto y que se repitan como hechos,  hace que los errores de la ciencia tiendan a influir de mayor manera sobre el pensamiento de las personas.

Algunos errores de la ciencia son graciosos.  Por ejemplo, fue un error científico hace más de 80 años que llevó a generaciones de madres a pensar que la espinaca estaba llena de hierro y que era buena para sus hijos.  Este error se dio cuando un científico del siglo19 colocó mal el punto decimal en su reporte sobre la cantidad de hierro que tiene la espinaca.  Nadie nunca cuestionó este error.  Después de todo, si a la mayoría de niños no les gusta la espinaca, debe ser buena para ellos.  De hecho, no solo tiene muy poco hierro la espinaca, sino que puede ser dañina para los niños, porque tiende a remover el preciado calcio que fortalece la estructura ósea.   Pero niños – no canten victoria todavía.  Las ostras crudas son ricas en hierro.

Otros errores de la ciencia no so tan divertidos.  La idea de que un embrión en desarrollo pasa por supuestas etapas tempranas evolutivas se ha utilizado para promocionar tanto la evolución como el aborto.  Aunque, la ciencia rechazó esta idea hace muchas generaciones.  La declaración de que el Archaeoraptor era una forma de transición entre los reptiles y las aves es otro error científico que ha sido utilizado para promover la evolución y cuestionar la historia bíblica.

Sí, todos cometemos errores.  Pero, los evolucioncitas han cometido más allá de su justa cuota al atacar la verdad de la Biblia.

Prayer:
Reconozco, Señor, que no soy perfecto. Sin embargo, se que Tu viviste una vida perfecta en nombre mío y luego sufriste mi castigo por mi pecado en la cruz. Ayúdame a no volver a justificarme, sino que ayúdame a buscar la justificación en Ti. Amén.

Notes:
I say it’s spinach. Science Digest, Feb. 1979. p. 96.

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