No se deje engañar por las ilusiones del mundo pecador
Jeremías 7:24
“Pero no escucharon ni inclinaron su oído, antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado. Fueron hacia atrás y no hacia adelante”.
Todos conocen la respuesta a la vieja pregunta: ¿Qué es más pesado, una libra de plumas o una libra de plomo? Sin embargo, la primera vez que nos hicieron esta pregunta, queríamos responder que era la libra de plomo. Los investigadores pueden haber descubierto por qué naturalmente pensamos que la libra de plomo es más pesada.
Algunos investigadores canadienses utilizaron una ilusión de tamaño-peso que ha engañado a las personas durante más de un siglo. Se utiliza dos cajas de peso idéntico, aunque una es de ellas es el doble de tamaño de la otra. Los sujetos por lo general esperaban que la caja más grande sea más pesada, así que aplican más esfuerzo para levantarla. Luego de haber levantado cada caja entre cinco y diez veces, los sujetos aprendieron a levantar cada caja con el mismo esfuerzo. Sin embargo, en el momento creen que la caja más pequeña es más pesada. Los investigadores encontraron que el conocimiento de cuan duro sostener algo y cuánta fuerza es necesaria para levantarla es procesado en una parte del cerebro. Pero el cálculo del peso de un objeto se procesa en una parte diferente del cerebro. Aquella parte del cerebro que procesa pensamientos basados en nuestras expectativas. Mientras que estas dos partes del cerebro se comunican, parece que no comparte todo. El resultado es la ilusión de que la caja más pequeña es más pesada.
Nuestras expectativas dibujan como interpretamos el mundo a nuestro alrededor. Esta es la razón por la cual los científicos que creen en la evolución a menudo no pueden ver la clara evidencia del Creador. Debido a que nuestras percepciones están manchadas por el pecado, necesitamos el correctivo adicional de la Palabra revelada de Dios.
Prayer:
Señor no permitas que sea yo desorientado por las ilusiones de este mundo pecaminoso. Amén.
Notes:
Science News, 6/24/00, p. 407, “Hands, not eyes, hold clue to illusion.”