No tan cerebro de pájaro
Génesis 1:21
“Y creó Dios… y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno”.
¿Cómo tomaría usted una siesta muy necesitada o un buen descanso por la noche cuando sí tiene que estar alerta del peligro? Los seres humanos designan a otras personas que permanezcan despiertos y vigilen por si hay peligro cuando duermen. Luego, fijan sistemas de advertencia.
Ya que las aves son mucho más vulnerables al peligro, Dios les dio la habilidad de hacer estas cosas a una escala simple, y también les dio un regalo aún más asombroso. Muchas aves tienen la habilidad de poner a dormir a la mitad de su cerebro, mientras que la otra mitad permanece despierta y alerta. El ojo que sirve a la mitad que duerme incluso se cierra, mientras que el ojo que sirve a la mitad del cerebro que está despierto, busca cualquier peligro. Luego que la primera mitad que ha dormido se encuentra bien descansado, se despierta, y la otra mitad duerme. Por supuesto, estas aves también pueden hacer que ambos lados del cerebro duerman al mismo tiempo, así como nosotros. Las ballenas, las focas y los delfines se encuentran entre las no-aves que también pueden medio dormir su cerebro.
La evidencia de esta habilidad ingeniosa de dormir el cerebro a medias puede ser vista en el hecho de que cuando dos aves duermen juntas, cada ave hará que la mitad del cerebro que está junto a su pareja se duerma. Una vez que esa mitad ha descansado, ellas cambian de lado, para que la otra mitad del cerebro pueda dormir.
Cuando las Escrituras nos dicen que Dios vio a Su creación y la declaró “buena”, el estándar de Dios es perfección. Su diseño ingenioso, que permitiría que las aves se protejan a sí mismas aun cuando el pecado y la muerte entraron en la creación, es parte de la bondad de la creación de Dios.
Prayer:
Te agradezco, Señor, porque hiciste una creación perfecta y tan hermosa que incluso el pecado no pudo destruirla completamente. Amén.
Notes:
S. Milius, Half-asleep birds choose which half dozes, Science News, February 6, 1999, v.155, p.86