Palabras de Prejuicio
Génesis 1:21a
Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género…
Estamos acostumbrados a que los evolucionistas se equivoquen en ciertos aspectos científicos. Pero no estamos conscientes de cómo las palabras y frases de prejuicio pueden pasar inadvertidas. En un artículo del periódico británico Daily Telegraph, un periodista científico escribió: “Al duplicarse hace dos millones y medio de años atrás, el gen podría haber dado a los primeros cerebros humanos el poder de la palabra y la invención, dejando atrás a primos como los chimpancés”.
Sin excusa alguna, este supuesto artículo científico ha identificado a los chimpancés como “primos” de los humanos. Esto crea un argumento circular, porque la evolución está siendo asumida como un hecho, antes de que se ofrezca cualquier supuesta evidencia.
El Museo de Historia Natural de Londres contiene una exposición que pretende demostrar la evolución de la ballena desde criaturas terrestres llamadas mesoniquios. Tres cráneos fósiles muestran el cambio gradual de la apariencia de las cabezas de los animales. Sin embargo no se encuentran en orden de edad – ni siquiera por normas evolutivas de larga edad. El segundo fósil es más antiguo que el primero, según los métodos de fechado, por lo que el arreglo de la exhibición es una ilusión. Los fósiles han sido ordenados de acuerdo a su supuesta evolución, de modo que se asume que la evolución es verdad. La exhibición es ofrecida como evidencia de la evolución. Una vez más, esto es un razonamiento circular. La Palabra de Dios nos dice que las ballenas, creadas el quinto día no podrían haber evolucionado de animales terrestres, que fueron creados un día después.
Prayer:
Gracias por la verdad de Tu Palabra, Señor. Siempre es verdad, y pido porque siempre la siga. Amén.
Notes:
Ref: Collins, N. (2012), Gen que provocó el salto del cerebro humano identificado, LEAP (Daily Telegraph), http://www.telegraph.co.uk/science/evolution/9244310/Gene-which-sparked-human-brain-leap-identified.html, citado en Taylor, P.F. (2015), Donde las aves comen caballos [Where Birds Eat Horses], (Toutle, WA: J6D Publicaciones), pág. 77