¿Podría usted pasar el invierno afuera?
Salmos 104:27-28
“Todos ellos esperan en ti, para que les des la comida a su tiempo. Tú les das y ellos recogen; abres tu mano y se sacian de bien”.
Las revistas de ciencia popular y los textos escolares, por más de un siglo ahora, han repetido el tema que el ser humano evolucionó del reino animal. ¿Alguna vez se ha puesto a pensar en lo que esto significa?
Aquellos de nosotros que vivimos donde los inviernos son muy fríos sabemos muy bien que los seres humanos no podrían sobrevivir afuera como lo hacen los animales. Necesitamos la protección de ropa y refugio pero el Creador ha provisto para las necesidades durante el invierno del reino animal. Los perros por ejemplo, si viven afuera, desarrollan un pelaje más espeso durante el invierno. ¿Acaso el cabello humano se espesa durante condiciones de frío? Para nada. Muchos animales almacenan grasa para que los sostenga a través del invierno y su sistema metabólico se reduce para así requerir menos alimento. La grasa que almacenan y su metabolismo están cuidadosamente coordinados, y a menudo muy diferentes inclusive entre machos y hembras de la misma especie. El punto es que los animales sobreviven el invierno y terminan en la primavera más delgados. ¡En el caso del hombre justo lo contrario sucede: tendemos a comer más durante el invierno y en la primavera se nos nota en la cintura!
Si los seres humanos hubieran evolucionado de los animales, esperaríamos una similitud mucho más grande entre como los animales y los seres humanos lidian con el invierno. No, los seres humanos nunca han sido parte del reino animal.
Prayer:
Amado Padre, Tú cuidas y provees para todas Tus criaturas. Danos buen tiempo durante este invierno para el bien de la tierra y todos los seres vivos, y para la productividad de la tierra durante la próxima temporada de siembra. En nombre de Cristo Jesús. Amén.
Notes:
“How Nature Helps Offset Her Energy Crises,” Sci/Di – December 1977, p. 25.